Apreciados socios, amigos de la asociación, colaboradores, entidades y amantes de la literatura en general:
Es para mí un honor y un enorme placer dirigiros unas palabras de bienvenida antes de introduciros en las
explicaciones de los proyectos y actividades de la Asociación de Escritores de Madrid...
Hace ya nueve años de aquel 15 de diciembre de 2011, que ahora parece lejano, en el que realizamos el acto
inaugural y de presentación de nuestra asociación en el Salón de Tapices del Círculo de Contribuyentes de
Alcalá de Henares. En aquella tarde, plena de esperanza, nervios e ilusiones desbordadas, nos sentamos ante
un abarrotado auditorio la primera presidenta de la asociación, Victoria Méndez, Eva María Gutiérrez, Lara
L´Odet, Alejandro Sotodosos, carismático, amable y entrañable secretario de la asociación en aquel acto
inaugural y socio de número en la actualidad, y mi humilde persona, Luis María Compés, vicepresidente en
ese primer momento y, desde mayo de 2012, presidente de este viaje al infinito literario.
Desde entonces ha llovido mucho. Hemos viajado a numerosos lugares de España, juntos hemos pasado frío y
calor, y recibido el cariño del público y de las autoridades de las distintas villas y ciudades donde nos
han acogido. Hemos compartido sentimientos entre nosotros, los compañeros de fatigas y éxitos, asociados de
este proyecto. En infinidad de ocasiones me he sentido orgulloso de todos vosotros; he visto vuestra
entrega, cómo os aplaudía el público, cómo hemos realizado talleres, ponencias, conferencias, mesas
redondas, ferias del libro… tanto para un único asistente como para salones abarrotados de personas. Y
siempre, siempre, habéis derrochado sonrisas y cariño hacia todo aquel que se interesaba por vuestra labor
y la de la Asociación de Escritores de Madrid.
Lo más importante es que entre nosotros se ha creado una gran familia. En nuestras almas bohemias y
creativas sabemos que tenemos un segundo hogar, que no es otro que el seno de la Asociación de Escritores
de Madrid. Y ese hogar es tan amplio… que desea y necesita verse acompañado de cientos y miles de seres
humanos de lengua hispana que participen de aquello que la literatura proporciona: sabiduría, experiencias
y viajes intemporales.
No me extiendo más. Los que me conocéis habéis reído conmigo por lo mucho que me gusta hablar, y en este
caso prefiero que quede palpable algo más sincero que mis palabras, y es el afecto que os tengo a todos
desde mi corazón. Un abrazo muy grande.